El transportín, un gran recurso educativo
Podemos pensar que el transportín es una jaula para privar de libertad al perro y que tiene connotaciones negativas, como las jaulas para pájaros u otros animales, pero la realidad es muy diferente.
Los perros son animales de madriguera y valoran mucho su propio espacio. Si observamos a nuestro perro, veremos que, de forma natural, busca espacios pequeños y cobijados para descansar, como debajo de las sillas o mesas, debajo de nuestras camas, o sitios estrechos como aquel espacio que queda entre el lateral del sofá y la pared.
Que el transportín sea algo malo o algo bueno dependerá de nosotros, de cómo se lo
presentemos al cachorro o al perro y el uso que le demos.
El transportín será algo malo si:
- En el primer contacto, obligamos al perro a estar dentro.
- Si lo dejamos muchas horas encerrado.
- Si utilizamos el transportín como herramienta de castigo.
El transportín será algo bueno si:
- Si tiene su cama para dormir y descansar.
- Si es su sitio para comer.
- Si es su sitio para mordisquear el Kong, huesos…
- Si lo relaciona como su espacio de calma.
Aparte de su función evidente para transportar al perro en coche, barco, tren o avión, el transportín o jaula también es una gran herramienta para el adiestramiento:
- Ayuda a prevenir o corregir la destructividad, estableciendo la costumbre de mordisquear objetos adecuados, como juguetes interactivos tipo Kong.
- Ayuda en la adquisición de unas buenas conductas higiénicas.
- Es una zona segura para proteger a nuestro perro de situaciones estresantes…
- Es ideal para trabajar problemas de ansiedad por separación
- Puede ayudar a perros hiperactivos y que no sepan calmarse por ellos mismos
- Para perros reactivos con visitas humanas u otros perros en casa
Recuerda:
A los perros les gusta tener su propia guarida, un lugar privado donde estar tranquilo,
mordisquear huesos o ser su lugar de descanso nocturno y diurno. El transportin puede ser una buena guarida.
EL TRANSPORTÍN ADECUADO
A la hora de adquirir una caja transportadora o una jaula, no deberíamos ponernos límites económicos, ya que, si elegimos un transportín de calidad y lo cuidamos bien, dispondremos de él muchos años, aprovechándolo incluso para otros animales que tengamos posteriormente.
Al escoger el transportín, existen unos puntos que no debemos pasar por alto.
El tamaño: para su comodidad, nuestro perro debe tener el espacio suficiente para ponerse totalmente de pie, poder darse la vuelta y tumbarse con las patas delanteras estiradas.