Es importante entender que los objetivos se adaptan a las diferentes necesidades de cada grupo o persona con el que trabajemos y sobre todo en función de las áreas que queramos mejorar (física, emocional, cognitiva y/o relacional). Por ejemplo, los objetivos varían si trabajamos en un programa de Bullying con adolescentes o en un programa en una unidad de Cuidados Intensivos en un Hospital, y aunque sean los mismos objetivos se trabajaran de formas diferentes.

Algunos ejemplos pueden ser

• Mejorar la motricidad fina y gruesa
• Mejorar el equilibrio
• Conseguir mayor control corporal
• Aumentar el tiempo de atención y concentración
• Fomentar la comunicación
• Secuenciar y ordenar acciones
• Fomentar la memoria a corto y largo plazo
• Incrementar la iniciativa
• Fomentar la comunicación asertiva
• Planificar las acciones a realizar
• Tomar consciencia corporal
• Mejorar habilidades sociales
• Adecuar la respuesta a la situación y el ambiente
• Reducir estados de ansiedad y estrés
• Mejorar la autoestima
• Superar los miedos
• Aumentar el sentido de la responsabilidad
• Fomentar la creación de vínculos con otras personas
• Identificar y gestionar las emociones
• Aceptar y establecer límites
• Mejorar el control de impulsos
• Mejorar el control de la frustración
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