Un gos que acompanyi en les IAA pot patir estrès?

Muchos de vosotros nos preguntáis si un perro de terapias sufre estrés.

De entrada, os diremos que SÍ,  un perro de terapias puede tener algún pico de estrés,  aunque si hacemos las cosas bien  no más que cualquier otro animal que conviva con personas.

Todos los mamíferos tenemos el sistema límbico en el cerebro, que es el encargado de procesar las emociones, así como también compartimos la capacidad de activar el ciclo del estrés dentro del organismo. El ciclo del estrés es el responsable de activar el sistema de alerta en nuestro cuerpo y decidir si “huye o ataca” en una situación de emergencia.

Diversos estudios realizados sobre si los perros de terapia sufren estres muestran que  los animales, si son bien seleccionados y se trabaja bien con ellos, NO sufren estrés durante ni después de la  actividad. Pero si no cuidamos a nuestro compañero podríamos exponerlo a situaciones de estrés que finalmente le puedan provocar un estrés crónico.

¿como podemos evitar las situaciones de estrés prolongado durante las sesiones de terapia?:

  • Lo primero y más importante es hacer una buena selección de nuestro animal y asegurarnos que  este tenga las actitudes y aptitudes necesarias para poder acompañarnos en las sesiones.
  • También es muy importante que tenga una buena educación y desensibilización con todo aquello con lo que se pueda encontrar en las sesiones.
  • Estar atentos a las señales de calma que nos ofrece para poder reconocer cuando  está estresado y protegerlo de esa situación.
  • Dejar que el animal pueda decidir cuando tiene suficiente de una situación y él mismo pueda moverse hacia un lugar donde tenga más calma y se sienta protegido. Por eso es importante que los animales trabajen sin correa, siempre y cuando sea posible.
  • No exponerlo y forzar situaciones a las que el perro no está preparado ni está cómodo con ellas. Así como no exponerlo a muchas horas de sesiones diarias y respetar sus tiempos de descanso
  • Treballar sempre amb un mateix referent que li ofereixi seguretat i cura tanta dins de la sessió com en la seva vida diària.

Si no respectem aquests principis l’animal pot arribar a sofrir estrès crònic, això implicaria una sobrerreacció a unes certes situacions, conductes agressives, lladrucs excessius, perseguir-se la cua, problemes gastrointestinals crònics, mostra de conductes repetitives, destrucció freqüent d’objectes, caiguda de pèl, dificultat d’aprenentatge, falta de gana, excés de dependència familiar, alteracions en les deposicions, entre molts altres símptomes que poden sorgir.

Però no sols els animals associats a les teràpies poden sofrir estrès crònic, també ho pot patir qualsevol animal que no té les seves necessitats cobertes, que té una sobreexposició a una situació desagradable per a ell, excés de sorolls, excés d’exercici, humans que exerceixen el seu poder amb agressivitat, temps prolongats de solitud, tenir molta exigència amb el gos sense tenir en compte la seva experiència ni la seva edat, entre altres situacions que puguin estressar a l’animal i es mantinguin en el temps.

L’important per a evitar l’estrès de l’animal hem d’estar atent al seu llenguatge corporal i a la simptomatologia que pugui oferir per a poder observar que del seu entorn li està estressant.

Deixa un comentari

L'adreça electrònica no es publicarà. Els camps necessaris estan marcats amb *