Beneficios para los niños de tener un animal

Mucho se ha hablado de los beneficios de tener animales, especialmente con niños. Aquí tienes algunos de los beneficios más destacados.

  1. Actúan como confidentes

La mayoría de los niños hablan con sus animales y buscan consuelo con ellos, además creen que éstos les escuchan y comprenden cómo se sienten, especialmente cuando están enojados.

  1. Les ayuda a sentirse más seguros

Tanto durante el día como por la noche el hecho de tener un perro o un gato en casa hace que los niños se sientan más protegidos. De hecho, un estudio realizado en 2013 por la Fundación Affinity indicaba que los niños que se levantaban con miedos nocturnos lo primero que hacían era abrazar a su animal y llamar a los padres.

  1. Enseñan a responsabilizarse de los demás

Podemos enseñarles a responsabilizarse mediante: darles su comida, limpieza (recoger cacas), cepillado y baño, pasearlos, acompañarnos a las visitas veterinarias, por lo que los niños perciben la importancia de cuidar a los demás y responsabilizarse.

  1. Son compañeros de juegos y motivo de alegría

Un perro casi siempre se muestra dispuesto a jugar. Esto brinda a los niños una oportunidad de interacción social y ejercicio, algo que ahora cuesta que hagan los niños. El 50% de los niños asocia al perro o gato con su «compañero de actividades y juegos» e incluso ocho de cada diez niños de entre 9 y 12 años prefieren jugar con los animales compañía antes que con videojuegos.

  1. Contribuyen al desarrollo emocional y fomentan la autoestima

Las personas que durante su infancia han tenido contacto con un animal de compañía aprenden valores como la compasión y la empatía, importantes para mantener una relación interpersonal positiva con otras personas. La relación con los perros o gatos ejerce como estabilizador de la conducta infantil, contribuye a fomentar la alegría y a eliminar la tristeza, así como a disminuir los miedos que son normales en la infancia.

  1. Contribuyen al desarrollo de las habilidades sociales

Se ha demostrado que los niños que crecen en un hogar con animales muestran mejores aptitudes sociales y se convierten en adultos socialmente más competentes que los niños que no han tenido ningún animal.

  1. Tener perros en casa puede ayudar a proteger a los niños contra las alergias respiratorias.

Según un estudio publicado en el Journal of Allergy and Clinical Immunology realizado por investigadores de la Universidad de Cincinnati, en Estados Unidos, los niños pequeños que viven con perros tienen tres veces menos probabilidades de desarrollar alergias.

Vivir en un ambiente con un alto nivel de endotoxinas (bacterias presentes en el polvo ambiental) y que se encuentran en los perros, genera en los niños una especie de fortalecimiento del sistema inmune o de defensa del cuerpo. Los resultados del estudio indicaron que la exposición a altos niveles de endotoxinas bacterianas, acompañada de la presencia de perros en el ambiente familiar, ejerce un efecto protector en estos niños de alto riesgo.

  1. Enseñan sobre la vida

A través de los animales podemos hablar de temas como el emparejamiento, el vínculo, la muerte.

DATOS

Según un estudio realizado en 2015  por la Fundación Affinity a niños entre 9 y 13 años:

  • El 94% de los niños se sienten más seguros con un animal cercano
  • 1 de cada 2 niños renunciaría a jugar con sus amigos por estar con su animal
  • Un 80% daría un juguete a cambio de él
  • Un 75% se levantaría pronto para pasearlo
  • Un 99,5% de los niños creen que los animales tienen sentimientos
  • 9 de cada 10 niños prefieren jugar con su perro antes que con videojuegos
  • Si llega a casa con problemas les explica por igual a su perro o gato que sus padres

Es importante adaptar las responsabilidades de los niños en función de su edad. A medida que crezcan, podemos pedir más ayuda en las diferentes tareas. Los más pequeños pueden encargarse a diario que los animales tengan agua limpia, darles la comida, cepillarlos y lavarlos y los mayores de darles paseos y asumir otras responsabilidades de mayor importancia.

Además, los animales pueden ser muy potentes a la hora de abordar patologías como TDAH, Trastones de la conducta, TEA, Asperger, niños y/o adolescentes con problemas de salud mental entre otros mediante la Terapia Asistida con Animales. El vínculo entre animales y personas es el punto de partida para trabajar procesos de comunicación, relación y apertura emocional. Las actividades programadas para las sesiones de terapia con animales fortalecen la autoestima, lo que ayuda a los niños y jóvenes a ganar confianza y seguridad en sí mismo y su entorno, pueden desarrollar habilidades de comunicación y propician escenarios de socialización, ayudan a mejorar el estrés y la ansiedad y en general se puede llegar a ellos de una forma más natural y colaborativa.